Fósiles

Ballenas en el desierto

Por el Dr. Roberto Biaggi

En un artículo anterior hablamos sobre un tipo de depósito de fósiles muy especial, llamado Lagersttaten, un yacimiento en el que la conservación de fósiles es excepcional, especialmente de las partes delicadas de los organismos. Uno de estos yacimientos se encuentra en la zona desértica costera al sur de Lima, Perú, cerca de la ciudad de Ica. Se trata de la Formación Pisco, de la porción superior de la columna geológica que se denomina Neógeno. Se conoce desde hace muchos años por su riqueza de fósiles, especialmente de organismos marinos, como ballenas, delfines, tiburones, focas, invertetebrados y otros animales terrestres como cocodrilos, pingüinos, aves y perezosos. Están enterrados en sedimentos ricos en diatomeas, unas algas microscópicas marinas.

Varios equipos de investigación de Europa y Norteamérica han estudiado estos depósitos y sus fósiles. Uno de esos equipos es el de investigadores del Instituto de Investigaciones en Geociencias (GRI, por sus siglas en inglés), liderado por el Dr. Raúl Esperante, y de la Universidad de Loma Linda, con los doctores Leonard Brand y Kevin Nick. Resulta que a través de los años varios científicos concluyeron que estos fósiles se fueron acumulando lentamente a través de millones de años a medida que los organismos morían, caían al fondo del mar y luego se enterraban por la acumulación lenta y gradual de diatomeas y otros sedimentos. Pero, más recientemente, aproximadamente en los últimos 15 años, los doctores Brand y Esperante cuestionaron que una sedimentación gradual pudiese conservar tan bien los restos, considerando la velocidad en que se depositan los sedimentos en el fondo marino actual. Esto llevó a desarrollar varias investigaciones muy interesantes.

Tuve la gran oportunidad de participar de varias temporadas de investigación en la Formación Pisco con los doctores Esperante y Nick. El doctor Nick estudia los estratos de cenizas volcánicas que permiten correlacionar las diferentes unidades de sedimentos en la región. Y el doctor Esperante, junto con algunos de sus alumnos, se ha especializado particularmente en los restos de ballenas fósiles. ¿Por qué se encuentran ballenas fósiles en esta zona de desierto? Evidentemente vivían en el mar, junto con otros organismos típicos del ambiente marino, y cuando murieron cayeron al fondo del mar. Tuvieron que enterrarse con sedimentos diatomáceos para que se pudieran conservar. Así que, luego de enterrarse y fosilizarse, con los movimientos relacionados con la formación de la cadena de los Andes, se levantaron, y ahora existe esta franja de decenas de kilómetros de ancho y cientos de kilómetros a lo largo de la costa que está cientos de metros sobre el nivel del mar. Debido al clima, toda esta zona es desértica, por lo que ahora tenemos todas estas ballenas en el desierto.

Pero, ¿cómo se pudieron conservar tan bien? Los estudios han demostrado una conservación inusual, porque se encuentran miles de esqueletos bastante completos, una gran cantidad articulados, pero espectacularmente con partes delicadas conservadas, tales como las barbas filtradoras que tienen muchas ballenas. Normalmente, estas barbas se desprenden de los huesos de la boca en cuestión de días luego de su muerte. ¿Cómo se pudieron conservar si la ballena estuvo mucho tiempo en el fondo marino hasta que se cubrió de sedimento? Consideremos, además, que las diatomeas acumulan capas de solo unos centímetros cada mil años. El Dr. Esperante incluso hizo una serie de investigaciones con un sumergible para tomar fotografías de animales muertos en el fondo marino y encontró que la acumulación de sedimentos es tan lenta en el suelo marino que, en cuestión de meses y hasta un par de años, los restos no solo que no se entierran ¡sino que se destruyen y prácticamente desaparecen!

¿Qué significa todo esto? Que la conservación exquisita de las ballenas y sus barbas, incluso partes de esqueletos cartilaginosos de tiburones, que generalmente no se conservan como fósiles, pero aquí sí se han conservado, debieron enterrarse rápidamente y en un corto lapso de tiempo. Como existen miles de esqueletos, la muerte y sepultamiento tuvieron que ser eventos rápidos y catastróficos.

Estos estudios se han publicado en revistas científicas eruditas y han contribuido a una mejor comprensión de los procesos de fosilización de restos orgánicos. Esto demuestra que, en lugar de temerle a los problemas difíciles en la historia de la tierra, los científicos creacionistas han abordado estos desafíos y los han usado como oportunidades para hacer descubrimientos fundamentales. Así, la ciencia bien aplicada contribuye con evidencias que apoyan las interpretaciones basadas en el registro bíblico.

Se puede observar el esqueleto fósil de una ballena. Entre las mandíbulas (parte anterior central al pie de la imagen) se puede ver el delicado estado de conservación de las barbas u órgano filtrador. Detrás del esqueleto están los doctores Esperante (izquierda) y Biaggi (con sombrero). Se aprecia la naturaleza del desierto y de los sedimentos en esta región del sur de Perú.