Dinosaurios

El nombre dinosaurio viene de las palabras griegas “deinos” (terrible o enorme) y “sauros” (reptil o lagarto). En 1842 el anatomista inglés Richard Owen propuso el término formal Dinosauria para incluir tres animales gigantescos ya extintos (Megalosaurio, Iguanodonte e Ileosaurio), representados por sus grandes huesos fosilizados que habían sido descubiertos en varios lugares del sur de Inglaterra a principios del siglo XIX.

Los dinosaurios forman un grupo variado de animales desde el punto de vista taxonómico, morfológico y ecológico. Gracias a las evidencias fósiles, los paleontólogos ya identificaron más de 500 géneros distintos y más de mil especies diferentes de dinosaurios. Muchos eran herbívoros, otros carnívoros. Las evidencias sugieren que la construcción del nido para sus huevos es una de las características que comparten todos los dinosaurios.

Según la teoría de la evolución, los dinosaurios son un grupo de reptiles que surgió hace 228 millones de años, en el período Triásico. A partir de entonces, se han diversificado y dieron origen a un grupo variado que habría dominado la Tierra por casi 160 millones de años. Se extinguieron, según la teoría más aceptada, debido al impacto de un gran asteroide en la planicie de Yucatán, en México, que habría eliminado aproximadamente al 75% de las especies de entonces. Curiosamente, para los paleontólogos evolucionistas, los dinosaurios no se extinguieron completamente. Un grupo derivado de los dinosaurios terópodos, la familia Dromaeosauridae, habría evolucionado para dar origen a las aves modernas.

Según el Creacionismo, Dios creó toda la vida sobre la Tierra, incluyendo a los dinosaurios. Sin embargo, no sabemos cuánto podrían haber cambiado desde la creación. Los fósiles de dinosaurios se han formado después de que el pecado afectó la vida sobre la Tierra y los animales comenzaron a morir. Por aquel entonces, los organismos vivos, incluyendo los dinosaurios, podrían haberse corrompido de alguna manera. La Biblia afirma que la naturaleza se corrompió y se llenó de violencia (Gén. 6:11-13), razón por la que Dios envió el Diluvio. Algunos dinosaurios eran predadores violentos, pero la mayoría de las especies conocidas habrían sido animales herbívoros que se parecían en tamaño a los animales de hoy, adaptándose al ambiente donde vivían.

Respecto del Diluvio bíblico, no existen pruebas físicas para demostrar que los dinosaurios entraron al arca. Algunos pictogramas antiguos que muestran dinosaurios y otras criaturas, junto con leyendas de dragones, son base de especulaciones sobre la memoria cultural de los dinosaurios. Sin embargo, no existen evidencias físicas de que hayan vivido después del Diluvio. No se han encontrado fósiles de dinosaurios en los estratos donde se han hallado restos humanos. Existen relatos ocasionales de supuestos dinosaurios y otros reptiles extintos que actualmente viven en lugares remotos de Escocia, Zaire o en océanos, lagos, etc., pero ninguno ha sido confirmado.

Algunos propusieron que las referencias bíblicas al leviatán (Job 41:1; Salmos 74:14, 104:26, Isaías 27:1) o al behemot (Job 40:15) se refieren a dinosaurios, pero también se ha argumentado que esos nombres pueden referirse a otros grandes animales como cocodrilos, ballenas o hipopótamos, todos los cuales han sido encontrados fosilizados en Israel y sus proximidades.