Evolucionismo

La religión llamada ciencia – I

Por Jorge L. Wiebusch

La famosa teoría del inglés Charles Darwin respecto del origen de las especies y la selección natural conquistó el respeto del mundo científico y parece tener aceptación unánime en este medio, aunque no es así. Esta teoría ha polarizado a la comunidad científica y experta, causando división e incomodidad por el tratamiento privilegiado que recibe en comparación con otras hipótesis.

En esta serie de artículos analizaremos la precariedad de la verdad científica y cómo la teoría darwiniana se convirtió en una doctrina que se asemeja bastante a una religión, imponiendo sus conceptos mediante una verdadera dictadura científica. Presentaremos evidencias de los métodos “evangelizadores” de los científicos darwinistas, demostrando que esta teoría depende tanto de la fe como cualquier religión contemporánea.

Los comentarios estarán abiertos para cada artículo de la serie y también podrán contactar directamente al autor a través del correo electrónico.

Devoción por la liturgia científica

Como dijo Aristóteles, el hombre es un ser social. Esta es una premisa básica, incuestionable y de amplia aceptación. Los seres humanos necesitan organizarse para sobrevivir y mejorar su expectativa y calidad de vida. Sin embargo, la organización social humana no solamente es unificadora, también puede generar una polarización social y cultural, entre otras.

Así se forman los partidos que asumen posiciones diametralmente opuestas. Dentro de los grupos surgen subgrupos que tratan de armonizar conceptos, teorías e ideas que no siempre son congruentes. Está documentado en la historia que un grupo, partido, clase o como sea que se autodenomine, tratará de conquistar a otros grupos, ya sea mediante argumentos, mediante intimidación o fuerza. Los religiosos llaman a esto evangelización; los intelectuales lo llaman educación y los científicos lo llaman paradigma.

Ninguna de estas prácticas –evangelización, educación o paradigmas científicos- son malas en sí mismas; por el contrario, compartir conocimientos e ideas es necesario para que el saber esté al servicio de la humanidad y pueda desarrollarse. Sin embargo, el refrán popular recuerda que cuando el argumento es débil, la voz necesita ser fuerte. En repetidas ocasiones, la intimidación y la fuerza han entrado en escena para rebajar al ser humano, para anular el derecho a disentir. Obviamente, los más afectados son las minorías y los desfavorecidos, envueltos en una lucha por los derechos y en denuncias en todas las sociedades y en sus distintos niveles.

El tema general que abordamos en esta serie de artículos involucra el derecho inalienable de la libertad de conciencia y creencias. ¿Es posible que la ciencia esté ejerciendo una dictadura al presentar la Teoría del Origen de las Especies en la forma que fue concebida, eliminando el resto de las alternativas posiblemente válidas? Al observar más específicamente, pretendemos cuestionar tres puntos:

  • ¿Se están respetando los paradigmas positivistas evocados por la ciencia cuando se trata de la teoría del origen de las especies propuesta por Darwin?
  • ¿Hay argumentos para que esta teoría se trate como más creíble que las demás, o es necesario un elemento de fe para aceptarla?
  • Si la premisa anterior es verdadera, ¿sería una forma de religión?

La enemistad entre la ciencia y la religión no es nueva, tampoco es menor; según Daros (2009, p. 13).

Quizás uno de los conflictos que más presencia ha tenido en Occidente, ha sido el originado entre las formas de conocer en los dominios de la ciencia y de la religión. Estas formas de conocer remiten a hechos de la realidad física o social y a conceptos con una larga trayectoria histórica y cultural, en la que se fueron cargando de significados complejos, a veces sutiles, que afectaron y afectan la vida de las personas y sociedades.

La ciencia se divorció de la filosofía y de la religión. Aquella invoca el sentido común, esta niega las evidencias. La ciencia condena los mitos, aunque tiene los suyos y se olvida de su historia que, además, no es tan antigua.

En esta serie de artículos indagaremos en la sociología y los derechos humanos, ya que los estudiantes con creencias religiosas contrarias al darwinismo han sufrido bullying a causa de sus creencias. En una posición de notable desventaja, porque su oponente goza de un título con autoridad y prestigio, muchos alumnos se ven obligados a someter su conciencia. Algunos científicos llegan a imponer sus ideas como incuestionables y rebajan incluso a sus propios colegas con un pensamiento diferente.

CONTINUARÁ…

DARÓS, William R.; Fraga, Fernando Aranda; Bugossi, Tomaso. Conflictos epistemológicos entre el conocimiento científico y el religioso. Libertador San Martin. Editorial UAP. 2009.