Noticias

Hallazgos espectaculares

por Roberto E. Biaggi, PhD

Hace un tiempo comentamos acerca de fósiles excepcionalmente conservados con todos sus detalles, incluyendo órganos y estructuras muy delicados. Generalmente, los fósiles se conservan con la mineralización o petrificación y la carbonización. Pero, en los últimos años, se ha hecho evidente que existen casos donde los tejidos blandos originales, tales como la piel, los músculos y los vasos sanguíneos, e incluso moléculas originales como proteínas y ADN, se han conservado sin la mineralización. Aquí surge una pregunta muy interesante. Todos sabemos que, inmediatamente después de la muerte, los organismos se descomponen rápidamente por la acción de las bacterias. Entonces, ¿cuánto tardarían las moléculas orgánicas y tejidos blandos en descomponerse después de la muerte? ¿Qué nos dicen los estudios más recientes?

Uno de los primeros descubrimientos data de la década de 1960, cuando se informó del hallazgo de fibras de una proteína llamada colágeno y vasos sanguíneos en huesos de dinosaurio. En las siguientes décadas se fueron encontrando varios casos de “conservación excepcional”: células óseas, glóbulos rojos, vasos sanguíneos, proteínas y ADN. Sin embargo, recién en la década de 2000 los hallazgos de células y vasos sanguíneos todavía elásticos en huesos de T. Rex por Mary Schweitzer y colegas, cobraron un realce tremendo y desataron una polémica en el mundo científico, que no aceptaba que tales estructuras se hubieran podido conservar por tantos millones de años. Estudios subsiguientes revelaron más proteínas como colágeno, laminina y elastina, y células óseas y vasos sanguíneos en huesos de otros dinosaurios (T. Rex, Hadrosaurio), tortugas, mastodonte y mamut, y se verificaron aminoácidos en los tejidos de dinosaurios, y ahora es evidente que estos materiales biológicos todavía blandos sí se han conservado.

En los últimos cuatro años se han publicado varios informes realmente impresionantes, que sugieren un incremento en descubrimientos de tejidos blandos en fósiles. El estudio de un dinosaurio ceratópsido del Cretácico Inferior de China encontró piel conservada con el pigmento melanina y los melanosomas, los organelos que la contienen. Otros estudios informan de la existencia de la proteína queratina, componente de la piel, cabello, uñas y cuernos y pigmentos, una variedad de melanina de color rojo-marrón, y la exquisita conservación de vasos sanguíneos, osteocitos y colágeno en el cuerno y costillas de un Triceratops del Cretácico de Montana. Otro estudio de un dinosaurio saurópodo del Jurásico inferior de China reveló la presencia de colágeno y restos proteicos conservados en el interior de canales vasculares del hueso de costillas. Una publicación impresionante en el 2018 informa sobre el estudio de un ictiosaurio, un reptil marino extincto parecido a un delfín, del Jurásico de Alemania, en el que se encontraron evidencias de que probablemente eran de sangre caliente, tenían grasa aisladora y usaban su coloración como camuflaje. En este estudio estuvo involucrada Mary Schweitzer, que en 2005 causara esa gran conmoción con el descubrimiento de tejidos blandos y células en un T. Rex. Informan que, gracias a nuevas tecnologías de espectrometría de masa, cromatografía y técnicas inmunohistoquímicas, en su piel se conservaron intactas las capas celulares, se identificaron microestructuras que contenían organelos con pigmentos, trazas de lo que fuera el hígado, y material químico que identificaron como grasa subcutánea de vertebrados. Además, se encontraron evidencias de queratina y hemoglobina. Recientemente, en 2019, Schweitzer y colegas, publicaron una reseña de la paleoproteómica de los dinosaurios y otros fósiles del Mesozoico, en la que proveen un resumen de la historia y la promesa de la recuperación de biomoléculas antiguas. ¡Qué interesante futuro!

Estos hallazgos, realmente espectaculares y sorprendentes, nos permiten conocer más y mejor la naturaleza de estos organismos extintos, y aportan valiosos datos para un mejor entendimiento de la historia de los seres vivos sobre la tierra. Esta área de investigación es muy relevante en términos de la pregunta que nos hicimos al comienzo, y especialmente porque atañe directamente la cuestión de si realmente han transcurrido millones de años desde la creación bíblica y el diluvio.

¿Será que las moléculas y tejidos orgánicos pueden conservarse durante tan largos períodos de tiempo? ¿O son una indicación de que una cronología corta es más razonable?

Probablemente se necesite más investigación para determinar independientemente la vida media de los diversos tipos de moléculas orgánicas. Sin embargo, es muy interesante ver cómo en cierta medida los datos científicos van dando vislumbres de cómo muchas de estas evidencias encajarían en un modelo de cronología corta para los orígenes y el diluvio, que concuerda con la cosmovisión bíblica.